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Nadie quiere vivir con dolor. Pero nadie debería poner en riesgo su salud en un esfuerzo por no sentir dolor.
Desde 1999, a los estadounidenses se les recetan cada vez más opioides: analgésicos como Vicodin, OxyContin, Opana y Methodone, y medicamentos combinados como Percocet.
En algunas situaciones, dosificados adecuadamente, los opioides recetados son una parte adecuada del tratamiento médico. Sin embargo, los riesgos de los opioides incluyen depresión, sobredosis y adicción, además de síntomas de abstinencia al dejar de consumirlos. Y las personas adictas a los opioides recetados tienen 40 veces más probabilidades de volverse adictas a la heroína.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) instan a los proveedores de atención médica a reducir el uso de opioides en favor de alternativas seguras como la fisioterapia.
No se limite a enmascarar el dolor. Trátelo.
Elija fisioterapia para controlar su dolor sin los riesgos y efectos secundarios de los opioides.
Esta información se publicó originalmente en el sitio web de la Asociación Estadounidense de Terapia Física. Haga clic aquí para verlo.
